La empresa comenzó a importar bonsáis a finales de la década de 1970, cuando este fascinante arte aún era prácticamente desconocido en Europa. Su sede en Parabiago, a unos veinte kilómetros de Milán, se convirtió en el primer centro italiano especializado en bonsáis. A lo largo de los años, Crespi Bonsai se ha consolidado como una marca de prestigio mundial gracias a la excepcional calidad de sus bonsáis y productos relacionados, así como a su impecable servicio al cliente. Crespi Bonsai es ahora sinónimo de calidad, gracias en parte al profundo respeto de la empresa por la naturaleza y la tradición.